Si alguna vez te has preguntado cómo sería sentirse la persona más afortunada de Mallorca, deberías subir al Puig de Sant Martí en Alcúdia. Así que prepárate para una aventura llena de caminos, historias de pueblos con encanto y alguna que otra anécdota que recordarás siempre. ¡Vamos allá!
Así es como puedes llegar al Puig de Sant Martí sin problemas
Llegar al Puig de Sant Martí Alcúdia es tan fácil que no podrás poner excusas para quedarte en el sofá. El punto de arranque más clásico es desde Alcúdia Port d’Alcúdia. Si alquilas un coche con Rentallarca en menos de diez minutos habrás cambiado el asfalto por la naturaleza. Busca el parking cerca del Hotel Bellevue, uno de los accesos más convencionales al puig.
¿Prefieres llegar en bici? Perfecto. Prepárate para una pequeña subida que te hará sudar, ¡pero en el mejor sentido para un ciclista! Y si eres de los que prefieren ir en bus, pregunta por la parada más cercana a la rotonda de Bellevue.
Una vez allí, el Puig te espera con sus dos brazos abiertos. Y no, no es una expresión, ya que su cima tiene dos picos gemelos, uno con vistas hacia Pollensa y el otro con vistas a toda la bahía de Alcúdia.
Descubre las diferentes rutas y senderos disponibles
Hay varios caminos para llegar a disfrutar de sus vistas panorámicas. La ruta más clásica es desde Bellevue, perfecta para principiantes, ya que en menos de una hora puedes alcanzar la cima. Solo hay que seguir la pista forestal que sube entre pinos.
Otro camino, es desde La Victoria, hecho para quienes buscan un poco más de aventura. Es un sendero salvaje que conseguirá que te sientas como Indiana Jones, pero sin serpientes, prometido. Por último, si eres fan de la bicicleta de montaña, puedes optar por la subida en BTT, es un desafío que atraviesa senderos serpenteantes y un terreno rocoso.
Recuerda que lo importante es subir, y que no importa cómo lo hagas, sino ganar el premio de unas vistas asombrosas. Queremos que llegues vivo, así que ¡no te aventures si no eres experto!

¿Qué ver desde la cima?
Ahora sí, es el momento de sacar el bocadillo, el móvil, pero sobre todo abrir los ojos. Desde arriba, el Puig de Sant Martí regala postales que no necesitarán ningún filtro de instagram para mejorarlos.
Las vistas combinan dos azules intensos de la Bahía de Alcúdia y la Bahía de Pollensa, que compiten por cuál es más espectacular. Esto se acompaña de cumbres, valles y pinos de las montañas de la Serra de Tramuntana. Además puedes observar los pueblos de alrededor de una forma diferente y observar la Mallorca rural en miniatura, como si estuvieras en un helicóptero.
Si tienes la suerte de subir en días claros, podrás ver Mallorca en 4k sin necesidad de tele nueva. Y si pillas niebla le darás a las vistas ese toque misterioso, como si estuvieras en una película de suspense.
Anota estos consejos para subir y, sobre todo, qué llevar a tu aventura
Existen dos tipos de personas, los que suben preparados y los que improvisan y luego tienen anécdotas que nadie cree. Si eres del primer grupo, o al menos lo quieres intentar, tenemos una serie de recomendaciones para ti.
Escoge un calzado cómodo, lo ideal son unas zapatillas deportivas o botas de senderismo, olvídate de las chanclas por un día. También recuerda llevar agua, aunque hay fuentes, es mejor prevenir que una deshidratación inminente, y tampoco olvides la protección solar y la gorra, ya que el sol de Mallorca se cuela hasta en los días más nublados.
Recuerda cargar el móvil, porque cuando cuentes lo que han visto tus ojos nadie te creerá y una foto puede demostrarlo. Y además si subes en el atardecer las vistas a la bahía parecerán de otro mundo.

¿Qué puedes hacer después en Alcúdia?
Después de haber subido… habrá que celebrarlo de alguna manera, ¿no? Lo bueno es que tienes varias opciones para escoger la que más te guste:
Puedes dar un paseo por Alcúdia, donde descubrirás sus murallas medievales y puedes perderte por las calles adoquinadas que parecen sacadas de una película. Aunque si has pasado mucho calor, puedes optar por ir a la playa de Alcúdia o a la playa del muro, con sus arenas finas y sus aguas calmadas.
¿El camino te ha dado hambre? Puedes optar por ir a alguno de sus mercados y comprarte algo, o acudir a alguno de sus restaurantes con una oferta gastronómica local que no dejarán tu paladar inadvertido.
También puedes aprovechar y lanzarte a explotar la Albufera, Pollensa o Sa Pobla, tres joyas del norte y del centro que hacen que Mallorca no quepa en una sola postal.
¿Necesitas más razones para subir al Puig de Sant Martí?
Subir al Puig de Sant Martí no es solo hacer ejercicio o tachar un “pendiente” de tu lista. Es llenarte de historias, regalarte recuerdos con vistas y reírte en cada paso. Es el lugar perfecto para entender por qué Mallorca y sus pueblos del centro, norte y este son únicos, genuinos y adictivos.
Y si después de leer todo esto no te entran ganas de alquilar un alojamiento con Rentallorca, ponerte las botas y conquistar la cima… ¡vuelve a pensarlo! Porque te aseguramos que el Puig de Sant Martí y sus alrededores te dejarán con ganas de volver, y quién sabe igual puedes probar una ruta diferente.